Ultimamente veo en todos lados la palabra “toxica” o “toxico” para referirse a una pareja que no tiene el comportamiento mas sano para poder tener una relación.
Lo he visto tan seguido que incluso he llegado a sentir que se está normalizando el tener que aceptar una relación tóxica.
Pero no, nadie merece vivir una relación tóxica y mucho menos está bien que se considere algo “normal”.
Y antes de que pasemos a las señales que les ayudarán a identificar este tipo de conductas, me gustaría aclarar que no necesariamente estamos hablando de una relación de pareja.
Una relación tóxica puede darse también entre tu y algún familiar o algún amigo, y aunque sea una relación muy cercana, recuerda que es mas importante tu salud mental.
¿Qué es una relación tóxica?
Una relación tóxica, es una relación destructiva, básicamente nos referimos a una relación que no aporta nada bueno a tu vida y puede estarte generando cierto malestar.
¿Cómo identificar una relación tóxica?
Hay muchas formas de identificar una relación tóxica, a continuación te enlistamos algunas de las más comunes y que definitivamente debes tratar como focos rojos.
Bromas crueles.
No, por más que te puedan decir que están jugando, una broma que te hace sentir mal o que te hiere no es signo de aprecio o de “amor apache”.
Sí, estamos claras que en muchas ocasiones podemos bromear, pero si existe algún rasgo físico o alguna situación que es un tema sensible para ti, nadie tiene permitido bromear al respecto sobre ello, así que no permitas este tipo de actitudes.
Si tu decides sincerarte con tu pareja o amigo y ellos toman esa vulnerabilidad para hacer bromas, definitivamente es una señal de que algo no anda bien en esa relación .
Chantaje emocional.
Existen personas que pueden llegar a hacerte sentir mal con el único objetivo de obtener un beneficio para sí mismos, recurriendo a un chantaje emocional para lograr que hagas algo que quizá por voluntad propia no hubieras hecho.
El ejemplo más claro de esto lo puedes encontrar en lo que muchas conocemos como la famosa “prueba de amor”.
Celos enfermizos.
Muchas parejas consideran que un poco de celos en la relación no son precisamente algo malo, ya que esto puede mantener el sentir que somos valorados por nuestras parejas (personalmente, no comulgo con esto).
Y quizá tengan razón, sin embargo, cuando tu pareja empieza a controlar con quién hablas, el acusar a todos tus amigos o amigas de querer tener algo contigo e incluso invadir tu privacidad revisando tu teléfono o redes sociales, nos deja ver claramente que algo no está bien.
Mentiras.
Cualquier persona puede decir una mentira y salirse con la suya, pero las verdades a medias o mentiras, definitivamente pueden considerarse como una actitud tóxica.
El decirte que está en casa, cuando en realidad se encuentra de fiesta, habla de que existe un nivel de desconfianza entre ustedes y será mejor que lo hablen cuanto antes.
Este es uno de los poco puntos que creo pueden tener una solución rápida si lo hablan a tiempo.
Querer controlarte o manipularte.
Quizá este punto puede ir muy de la mano con los celos enfermizos y es que cuando hay celos, hay unas ganas enfermizas de querer controlar a la otra persona de la relación.
En este punto en especial, desde el momento en el que intentan controlar tu manera de vestir, si usas maquillaje o no, es necesario que se considere como un foco rojo.
Nadie puede cambiar tu forma de ser y tu no tienes porque lidiar con las inseguridad de alguien más.
Tus seres queridos no aprueban la relación.
Quizá este punto si está más enfocado a una relación de pareja, no queremos decir que este siempre sea el caso, pero nuestros seres queridos buscan siempre nuestro bienestar.
En más de una ocasión mi mamá me llegó a decir que tal o cual amiga no le parecía buena amistad para mi y yo, como toda buena adolescente, hacía exactamente lo contrario a lo que ella me decía, solo para darme cuenta que siempre tuvo la razón.
Así que si un amigo cercano o familiar te hace algún comentario similar, en lugar de sentirte atacada o cuestionada, trata de reflexionar un poco en qué los pudo haber llevado a decir algo así.
Envidia.
Tanto en las relaciones de amistad, como en las de pareja (si, aunque lo dudes) puede existir la envidia.
Personalmente, no creo que exista eso de “envidia de la buena”, si algo te da gusto por tu amigo, amiga o pareja, simplemente lo dices de esa manera, no haciendo mención a que lo envidias.
Este tipo de actitudes son muy fáciles de identificar, pues son personas que no tienen mucho que decirte cuando compartes una buena noticia e incluso pueden llegar a reprocharte algo al respecto.
Como otra experiencia personal, te comparto que tuve un novio durante mi adolescencia al cual le conté de un logro en mi trabajo, quizá era un trabajo sencillo, pero mientras yo esperaba una felicitación, simplemente recibí un trato frío de su parte, en ese momento me quedó claro que esa relación no tenía futuro.
No hay reciprocidad.
Es muy común que se den los casos en los que siempre pareciera que hay alguien que “manda” en la relación de pareja. Esto no es sano.
Tú pareja y tu son un equipo, deben ayudarse mutuamente para crecer como personas y como pareja.
En el caso de las amistades, pasa lo mismo, aunque te digan que siempre hay que dar sin esperar nada a cambio, muchas veces cuando hablamos de nuestras emociones y de nosotros como personas, es difícil dar todo de nuestra parte y no recibir nada a cambio y no, no me refiero a algo material.
Todos estos puntos, son solamente una breve guía de las señales más frecuentes o comunes para identificar una relación tóxica. Si has notado cualquier de estos comportamientos en alguna de tus relaciones, quizá es tiempo de evaluar si en verdad vale la pena seguir ahí.
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